De espías y otros peones

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Ulises
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De espías y otros peones

Mensaje sin leer por Ulises »

Hace unos días atrás el vicepresidente norteamericano Joe Biden, en una entrevista de prensa sobre varios temas declaró con respecto a Alan Gross y cito

-...es un obstáculo importante para mejorar las relaciones entre los dos países.
Podemos ser tan creativos como queramos con nuestra política, pero el caso de Alan sigue en el Primer lugar de la lista de los asuntos por resolver. Debe ser puesto en libertad por razones humanitarias....."


La respuesta cubana llegó a través de activistas cubanos entre ellos Fernando González (ex-espía que cumplió su condena en USA) dos días después del anuncio de Washington sobre un canje "similar" para intercambiar el único soldado norteamericano reportado como prisionero del Talibán Afgano por 5 Talibanes presos en la base de Guantánamo.

"....Hay poco que defender desde el punto de vista de los Estados Unidos para que no se produzca algo similar......" comentó en la Habana Fernando González.
Luego del intercambio entre el soldado prisionero del Talibán y los 5 talibanes presos en Guantánamo Fernando González comentó.
"Este ultimo acontecimiento (...) es una prueba de que lo único que falta es la voluntad política de Obama para resolver esta situación"
"Mi pregunta es ¿Por qué no? " declaró el espía.

Bueno, no sé si el aprendiz de Espía tenga oportunidad de leerme pero le explico porque NO!!!

A comienzos del 2009 Alan Gross viajó a Cuba 5 veces para implementar un proyecto de USAID que pretendía incrementar el acceso y la conectividad a Internet de la comunidad judía.
Alan entregó a cubanos tecnología de comunicación como teléfonos celulares y/o satelitales, dispositivos de conexión inalámbrica, computadoras personales y otros dispositivos, testeó su implementación y luego instruyó a cubanos en el uso de dichos dispositivos/tecnología.

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Alan Gross, (sentado), en la foto junto a la líder de la comunidad judía en Cuba, Adela Dworin y David Prinstein, vicepresidente

Alan conocía sobre las tirantes relaciones entre los dos gobiernos así como que Cuba intenta "por todos los medios" limitar y/o controlar el acceso de sus nacionales a la red internacional.
Pero lo que no sabía (y aparentemente no le fue revelado por la USAID) es que la distribución de CUALQUIER PRODUCTO que haya sido financiado PARCIAL O TOTALMENTE por la USAID es considerado un crimen por las autoridades Cubanas. Como ciudadano norteamericano trabajando en un proyecto publico patrocinado y financiado por el gobierno de los Estado Unidos nunca consideró la posibilidad de ser encarcelado en Cuba

La red Avispa

En septiembre de 1998 el FBI presentó ante la Corte Federal de Miami una denuncia criminal contra 12 cubanos residentes de Miami, acusándolos de pertenecer a una red de espionaje enemiga, sus nombres eran: Manuel Viramontes (Gerardo Hernández), Luis Medina (Allan), Rubén Campa, René González, Alejandro Alonso, Antonio Guerrero, Lino Hernández, Linda Hernández, Joseph Santos y Amarilys Silverio, que se encontraban arrestados, y Ricardo Villareal y Remigio Luna, que se reportan como prófugos.

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Detenidos de la red avispa

Consta en la denuncia que el FBI, desde 1995, conocía la existencia de la “Red Avispa”, fundamentalmente por un doble agente Ederton Igor Levy y porque con la autorización de una Corte federal, sus agentes habían subrepticiamente penetrado en la residencia de Gerardo Hernández, y allí habían montado un sistema electrónico de contraespionaje que les permitió grabar conversaciones personales y telefónicas entre Gerardo Hernández y sus complotados.
El Por qué se demoró tanto tiempo en la desarticulación de dicha red (unos tres años) estuvo motivado según el FBI debido a labores de contraespionaje que permitieron recabar variada y valiosa información y que al conocerse de planes para abandonar el país se procedió a la detención de los involucrados.
La denuncia relata la cadena de mando dentro de la “Red Avispa” y los objetivos asignados a sus miembros: Gerardo Hernández, “Giro” o “Giraldo”, el responsable de la celda, recibía instrucciones de Cuba que comprendían la asignación de disímiles tareas a distribuir entre los miembros de la célula espía, entre ellos cabe mencionar acciones tales como:
La infiltración del Centro del Comando Sur de Estados Unidos, en Miami.
Tácticas para desorganizar a las organizaciones de exiliados y desacreditar a sus líderes.
Actividades informativas de la Estación Aero Naval de Boca Chica, y manipulación de la opinión pública, los medios de prensa y otros medios de comunicación.
Así mismo recibieron instrucciones para implantar medidas de seguridad que impidieran la detección de la Red de espionaje.

Según las instrucciones recibidas Luis Medina le fue ordenado reubicarse desde Tampa a Miami, para infiltrarse en el Comando Sur en Boca Chica. A Rubén Campa se le encomendó sustituir a Viramontes y Allan, cuando estos viajaran a Cuba a recibir instrucciones personales. A René González, “Castor” ó “Iselin” se le asignó infiltrarse en Hermanos al Rescate y hacerse pasar como informante del FBI. Alejandro Alonso “Franklyn”, debía infiltrarse en el Movimiento Democracia y participar en sus flotillas como navegante. A Antonio Guerrero, “Lorient”, se le ordenó infiltrarse en la Estación Naval de Boca Chica, en Key West y reportar las actividades diarias logísticas de aviones, diseños de edificios y hangares y localización de las residencias del personal de confianza allí destacado. Lino Hernández “Manolo” y su esposa Linda Hernández “Judith” debían infiltrarse, respectivamente en CAMACOL y Alfa 66. Joseph Santos “Mario” y su esposa Amarilys Silverio, “Julia” tenían que infiltrar al Comando Sur.
Ricardo Villareal “Horacio” y Remigio Luna “Marcelino” que lograron evadir a la justicia norteamericana fueron identificados como ayudantes supervisores del cabecilla Gerardo Hernández.

Entre las pruebas presentadas en mayo de 1999 ante un Gran Jurado Federal, que dictó un encausamiento por el derribo de las avionetas de Hermanos Al Rescate, estaba la que demostró que el 29 de enero de 1996 la Dirección General de Inteligencia de Cuba (DGI), bajo el mando del general de División Jesús Cutiño Bermúdez, puso en acción un plan denominado “Operación Escorpión”, destinado a confrontar a los Hermanos al Rescate en un ataque aéreo a sus desarmadas avionetas. El siguiente mes de febrero, la DGI, ordenó a Manuel Viramontes, pseudonimo de Gerardo Hernández y a Alberto Ruíz que también logró evadirse, que comisionaran a los desertores Juan Pablo Roque y René González, que se hallaban infiltrado en Hermanos al rescate y a los también prófugos Ricardo Villareal y Remigio Luna a que informaran la fecha apropiada y el plan de vuelo de una escuadrilla de Hermanos al rescate , para destruirla con la excusa de violación del espacio aéreo cubano, con “fines terroristas”.

El 17 de febrero la DGI, instruyó a Juan Pablo Roque “Germán” y a René González “Castor” que no debían volar con los Hermanos al rescate entre los días 17 al 24 de ese mes.

La red Avispa fue penetrada y desmantelada fundamentalmente gracias a Edgerton Ivor Levy que fue captado y preparado por los servicios de inteligencia castrista para venir a Miami con la máscara de un desertor que huía con su familia. Acompañado por su esposa y el hijo de ambos, de 4 años, Levy llegó a Cayo Hueso el 24 de junio de 1993, en un simulacro de salida ilegal desde la base de Tropas Especiales en Jaimanitas, al oeste de La Habana. “Cuando el FBI decidió acabar con la actividad de la red, tenía una gran incertidumbre en cuanto a cómo iba a ser interpretada nuestra participación en estos hechos”, comentó Levy, de 64 años, en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS. “De ahí que en enero de 1999 opté por comenzar a escribir y dejar aclarado por qué me encontré envuelto en estos acontecimientos”.
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arribolevy
La misión encomendada a Levy y su esposa, entrenados como los agentes Ariel y Laura, de la Dirección de Inteligencia (DI) cubana, era a largo plazo. Habían recibido entrenamiento técnico y preparación sicológica para asentarse en el área de Miami, sobrevivir por su propia cuenta y emprender las tareas de penetración en la comunidad exiliada. Pero el matrimonio, ambos profesores de la Facultad de Filosofía e Historia de la Universidad de La Habana, decidió asumir la encomienda como una oportunidad única para escapar de la isla. Y tras el arribo a Estados Unidos, buscaron de inmediato comunicarse con el FBI para revelar los verdaderos propósitos de su aparente fuga fantástica a Miami. De manera que las autoridades estadounidenses tuvieron conocimiento del caso desde que Levy entró en contacto con el jefe de la Red Avispa, Gerardo Hernández, a mediados de 1994.
Diez de sus integrantes fueron arrestados en la madrugada del 12 de septiembre de 1998, mientras al menos seis escaparon a Cuba. La red estaba integrada por al menos 27 miembros, entre agentes y oficiales ilegales. Con posterioridad, otros dos agentes fueron arrestados y dos más terminaron deportados a la isla. Cinco de ellos fueron condenados a largas sentencias de prisión en el 2001. Levy sostiene que el responsable por el desmantelamiento, arresto y encausamiento de los miembros de la red no es otro que Fidel Castro. “Al ordenar Fidel Castro el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate [en 1996], involucró a miembros de la Red Avispa en ese crimen y el FBI se vio obligado a tratar el caso como una actividad criminal… Eso explica la obsesión de Fidel Castro con este caso y sus promesas de que volverán”.
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edgertonlevy
Cuba despliega actualmente una intensa campaña propagandística para la liberación de los tres agentes que permanecen encarcelados en Estados Unidos, presentándolos como héroes y luchadores antiterroristas. Pero Levy tiene otra versión sobre lo que constituyó un complejo andamiaje de penetración en el sur de la Florida. “El verdadero objetivo del espionaje cubano en Estados Unidos es el trabajo de penetración e influencia en las esferas de Gobierno, militar, académica, medios de prensa y organizaciones sociales”, manifestó Levy. “Los casos de Ana Belén Montes, la espía sembrada por Cuba en el Pentágono, y el matrimonio de Kendall y Gwendolyn Myers, que por 30 años pasaron secretos del Departamento de Estado a La Habana, prueban del empeño del régimen en vulnerar la seguridad nacional estadounidense”.

Según el exagente, desde que inició sus actividades en el sur de la Florida, la Red Avispa dirigió sus principales esfuerzos a penetrar el Comando Sur, mediante la “Operación Surco”, que fue una prioridad planteada por el general de brigada Eduardo Delgado Rodríguez, jefe de la Dirección de Inteligencia, aún antes de que el Comando Sur se trasladara para Miami en 1997. A mediados de 1996, el matrimonio de los agentes Joseph Santos y Amarylis Silveiro -que se declararon culpables y cooperaron con las autoridades estadounidenses- comenzó la realización de un levantamiento operativo del área donde se alzarían las edificaciones del Comando Sur.

Ambos agentes habían sido originalmente preparados para trabajar contra la Estación Aeronaval de Roosevelt Roads, en Puerto Rico, antes de recibir instrucciones de reubicarse en Miami. “Las órdenes y la supervisión correspondían al oficial Hugo Soto”, recordó Levy. Soto, que escapó a Cuba a raíz del desmontaje de la red de espionaje, aparece en los documentos desclasificados por la fiscalía con los alias de Ricardo Villarreal, Horacio y Roco. Levy y Soto se conocían de Cuba y se reencontraron en Miami. Soto había cumplido una misión anterior en México, donde fundó una agencia de turismo con el apoyo monetario de la familia de su esposa mexicana. “La agencia de turismo le permitió trasladarse por América Central para mover armamentos y explosivos”, señaló Levy. “Él me confesó que estuvo vinculado al atentado contra [Luis] Posada Carriles en Guatemala en 1990, pues trasladó las armas y se las entregó a quienes realizaron la acción”.

Una vez establecido en Estados Unidos, Levy tenía la orientación de asistir a una reunión el primer y tercer domingos de cada mes en las afueras de una tienda K-Mart en North Miami. Debía ir con un libro bajo el brazo y vestido con una gorra, pulóver blanco, jeans y tenis, y repetir la visita horas después. Cuando ya estaba dudando de que lo contactarían, en mayo de 1994 se produjo su primer encuentro con Gerardo Hernández, quien lo abordó con la contraseña acordada en Cuba. “Yo dejé en Cuba unos yugos que eran un recuerdo de mi padre y él tenía que entregármelos aquí preguntándome si había perdido algo”, relató. Levy mantuvo relaciones con los oficiales ilegales Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González, Hugo Soto y alias Remigio Luna. No conoció personalmente a ningún agente de la red, aunque supo de la actividad que realizaban algunos de ellos.

En 1997, el oficial Ramón Labañino -quien cumple una condena de 30 años- asumió la supervisión del trabajo de Levy. Labañino, un especialista en la penetración de objetivos militares, fue asignado para dirigir la infiltración en el Comando Sur. Entre 1993 y finales de 1996, se mantuvo operando contra la base de la fuerza aérea de Mac Dill, en Tampa, donde se controla y dirige el tráfico aéreo militar de Estados Unidos hacia y desde el Caribe, Centro y Suramérica. “Labañino era un tipo de comportamiento violento y un virulento defensor del régimen. Tuvimos discusiones bien serias en más de una oportunidad y nos amenazaba constantemente con enviarnos de vuelta a Cuba si no teníamos resultados operativos”, explicó Levy.

Levy fue instruido por Labañino para penetrar el círculo cercano de los congresistas cubanoamericanos Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln Díaz-Balart, con la tarea de obtener “resultados inmediatos”. “La idea era tratar de llegar a conocer cosas que podían ser utilizadas en contra de los congresistas, como elementos de su vida personal, para desprestigiarlos y socavar la importancia de su labor en la comunidad”, explicó. Al preguntársele si estaría a favor de la liberación de los tres agentes que aún siguen presos, respondió: “Cuando me decidí a cruzar el Estrecho de la Florida, arriesgando la vida de mi esposa y la de mi hijo menor, sabía a lo que me atenía. Cuando decidí no prestarme a realizar actividades ilegales en este país, estaba seguro que de haberlo hecho habría consecuencias. Estamos hablando de personas que no fueron obligadas a hacer lo que ellos determinaron hacer y por lo tanto, deben atenerse a sus decisiones”, opinó.

Otros Miembros de la red que cooperaron con Estados Unidos

Alejandro Alonso:
Agente Franklyn y 0-5, Residente en Miami. Misión: Infiltrarse en bases militares y organizaciones de exiliados como el Movimiento Democracia. Sentenciado a siete años.

Esposos Linda y Nilo Rodríguez:
Alias Los Juniors, agentes Judith y Manolo. Residentes en Miami. Misión: espiar la Base Aérea de Homestead y la Base de la 82 División de Infantería Aerotransportada en Fort Bragg, Carolina del Norte. Sentenciados a siete años cada uno.

Esposos Joseph y Amarylis Santos:
Agentes Julia y Mario. Residentes en Miami. Misión: penetrar las redes de computación del Comando Sur. Sentenciados a cuatro años (Joseph) y tres años y seis meses (Amarylis).


Esposos George y Marisol Gari:
Agentes Luis y Margot. Residentes en Florida. Misión: observación de la Base Aérea de MacDill (Tampa) e interceptación de correspondencia de cubanoamericanos fichados por la inteligencia cubana, valiéndose de que Marisol era empleada del Servicio Postal en el Aeropuerto de Miami. Sentenciados a siete años (George) y tres años y seis meses (Marisol).

La única referencia que haré respecto al canje del prisionero Norteamericano es que aparentemente es considerado un desertor por la fuerzas armadas Norteamericanas y los 5 talibanes liberados hacía Qatar son 5 peligrosos jefes del talibán que en su momento pertenecieron a la cadena de mando del grupo terrorista. Si es desertor o no, ya se conocerá pero si en algo estoy de acuerdo es que a pesar estar bajo sospecha de deserción es correcto el intercambio, aún si luego se demuestra que el soldado no lo merece es mejor y más justo que sea castigado por su País y no por el enemigo.

Alan fue arrestado la noche antes de regresar a los Estado Unidos y fue retenido por 14 meses sin que se le formulara cargo alguno!!!
Luego en Marzo del 2011 en un juicio sumario una corte cubana determinó que Alan intentaba socavar el Gobierno de Cuba al distribuir sistemas de comunicaciones que no estaban bajo el control del Gobierno (el trabajo que le dio USAID). La corte declaró a Alan culpable de "Actos contra la independencia e integridad territorial del Estado" y lo sentenció a 15 años de prisión.

Bueno hasta aquí algunos hechos, la pregunta es por supuesto en que se basa el Gobierno cubano para sostener un paralelismo entre los dos casos?

Es incuestionable que Alan Gross violó la ley cubana , y que fue así mismo "utilizado" por la USAID de hecho Alan estableció una demanda contra sus empleadores en el 2012 basada en la "ocultación" por parte de USAID ó cito "debido a la inadecuada preparación, entrenamiento y supervisión provisto dado la peligrosa naturaleza de las actividades a el encomendadas"

Es muy importante señalar que Alan no fué un "mercenario pagado" como gustan a las autoridades cubanas de calificar, pues Alan es un reconocido experto internacional en planes de desarrollo que por mas de 25 años en mas de 50 países ha implementado varios proyectos como por ejemplo:

-Fortalecimiento de la cooperación entre comunidades mineras en Bachulistan, Pakistán.
-Creación de trabajos en la Franja de Gaza para impulsar un crecimiento económico sostenible.
-Diseño de políticas, procedimientos y mecanismos entre Israel y la Franja de Gaza para facilitar intercambios/comercio.
-Diseño e implementación de proyectos agrícolas para mejorar la agricultura con campesinos de Azerbaijan, Bulgaria y la Ribera occidental también conocida como Cisjordania


Es que acaso puede existir algún paralelo entre unos espías enviados exprofeso con pleno conocimiento de la situación para provocar daños y que por el odio insensato de Fidel fueron utilizados para asesinar ciudadanos norteamericanos y Alan Gross que fue utilizado por la USAID?

Pensemos por un momento que Alan si sabía que violaba la ley cubana y que al igual que los espías cubanos debió registrarse como "agente de una potencia extranjera" OK, hagamos un supón aquí...., que fue lo que hizo en realidad Alan ¿penetrar a parlamentarios cubanos? ¿penetrar alguna base del ejercito, ¿interceptar correspondencia de algunos norteamericanos nacionalizados cubanos?¿ Dar información sobre estos norteamericanos nacionalizados cubanos para que fueran arteramente emboscados?

NO el "solo proveyó material de comunicación a naturales cubanos para su acceso a Internet", que es una violación de las leyes de Cuba esta fuera de duda, pero mientras mas pienso en esto no dejo de relacionarlo con el despistado turista filipino que en viaje de regreso a Arabia Saudí compró una caja de bombones en Filipinas y no sabía que estaban rellenos de licor y terminó condenado a 75 latigazos y cuatro meses de prisión por lo estricto de la ley anti-alcohol de los Saudíes (en vez de estricto léase EXTREMISTA)

Nunca he estado tan de acuerdo con el gobierno Norteamericano acerca de que la aprehensión y condena contra Alan es un pésimo teatro del gobierno cubano en lograr un intercambio por sus espías, el fin no justifica los medios y espero que el gobierno norteamericano no ceda a tan burdo chantaje, el mantener a un hombre privado de su libertad por tan "grave ofensa" es una muestra mas de que el retrógrado gobierno cubano no solo no pretende impedir las relaciones normales entre los dos países sino que esta dispuesto a todo con tal de sabotearlas

Fuentes
Nuevodiario.com
Diariodelasamericas.com
Bringalanhome.org


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Re: De espías y otros peones

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Basura, pura basura lo que escribes
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Ulises
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Re: De espías y otros peones

Mensaje sin leer por Ulises »

Invitado escribió:Basura, pura basura lo que escribes
Jejejejeje muchas gracias por "el cumplido", solamente aporto datos que son accesibles a cualquier internauta, debe ser que usted desde Cuba no puede acceder a los mismos :) JA cuestiones de la "libertad a lo cubano", como sea y en aras de una discusión respetuosa basada en hechos, rebata al mensaje (si puede) no al mensajero!

slds
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